por DopplerMandela
¿Quién eres? ¿Dónde estás? Son preguntas frecuentes últimamente; tomas tus pastillas y vuelves a sentarte frente al ventanal, ves hacia afuera y como todos los días y por primera vez hoy, te invaden los recuerdos.
Recuerdas a todos los niños jugar afuera, jugar en la pequeña colina, ¿Cuándo se volvió tan distante el ayer? Tu hermano y tú salían con los vecinos a correr de aquí para allá, jugaban a esconderse aquí y allá… ¿O no?… No… Lo siento, no… Tu hermano salía a correr, tu te escondías, te escondías lejos de todos detrás del ventanal en tu pequeño y oscuro caparazón viscoso de soledad. Alguna vez sentiste tristeza, alguna vez sentiste envidia, alguna vez sentiste celos, alguna vez sentiste la vida y la felicidad escapar de ti.
Alguna vez tu corazón salió con un pico que apenas podías levantar con ambas manos hacia la colina, tu rostro cubierto de sudor frio y el terremoto en tus pequeñas manos se vieron alguna vez intentando destruir tu falta de niñez.
La colina aquella vez se levantó revelando al Lou Carcolh, su boca como sierra y su cuernos como la luna se reflejaron en la tarde; él te miró a los ojos, tu le viste a ellos luego se marchó. Lo viste alejarse en el horizonte infinito hasta que se perdió de tu vista tan lejos que creiste que jamás volvería; luego te quedaste ahí sentado hasta que anocheció, el claroscuro te envolvió, el silencio te recorrió y la culpa te invadió.
Recuerdas a todos los niños jugar afuera, jugar en el gran crater. Eran tan pequeños y resplandecientes. Recargaste tu cabeza en el cristal y observaste con una sonrisa a tu hermano jugar.
¿Qué pasó después? ¿Qué fue de ti? ¿La pasaste bien? ¿Cumpliste metas? ¿Sueños? ¿Tuviste amigos? ¿Alguna vez recordaste el pasado sin sentir pena de ti mismo, arrepentimiento o decepción?
Alguna vez también se perdió toda mala sensación y frustración en el mar pues viste a tus hijos salir a jugar.
Ahora… en tu satisfactoria vejez, siempre en casa nostálgico: recuerdas lo lindo que podía llegar a ser el futuro. Ahora… Ves hacia afuera, el Lou Carcolh te espera. Ahora… ambos deben marcharse más allá del horizonte. El tiempo siempre pareció eterno pero ahora… que estás en el final sientes que tú, los espacios y los momentos siempre fueron iguales; los hombres, los lugares y los tiempos. Ahora te sientes bien.